dissabte, 13 d’octubre del 2012

Madrid, octubre 2012

(He deixat l’article en la llengua original perquè he arribat a la conclusió que un text com aquest no era possible traduir-lo: en català ens manquen paraules.)

per Anònim

«Un Presidente de una Comunidad Autónoma es el más alto representante del Estado en dicha Comunidad; de ahí que el hecho de que un Presidente de una Comunidad Autónoma como Cataluña trate, provocativamente, de romper el Estado al que representa sea anticonstitucional, aparte de una felonía y de una intolerable exhibición de ingratitud y de insolidaridad. Si ataca a la Constitución, ataca a su propia legitimidad. Nada más lógico, en consecuencia, que se le exijan no sólo responsabilidades políticas, sino penales. Si esto se hubiera hecho desde el primer instante en que se produjo el menor atisbo en esa dirección, no tendríamos que estar ahora lamentando los extremos a los que hemos llegado. Si, hace muchos años, el socialismo en el Gobierno no hubiera cedido las competencias en Educación y permitido ciertas derivas en la formación de los alumnos, no se habría creado el caldo de cultivo disgregador, separatista que, tristemente, lleva años de impunidad y de complicidad más que evidentes.

»Si en las Comunidades en las que arrecia el aldeanismo independentista no se hubiera tolerado la enseñanza de la Historia que se ha tolerado, no tendríamos hoy a toda esa miserable compaña de tontos ilustrados –que son los peores– que pontifican en tertulias de todo a cien que España siempre fue un conjunto de reinos, bla, bla, bla... Sí lo fue, como Alemania, como Italia, como Francia y como todas las demás naciones de Europa; con la diferencia de que, antes que todas esas naciones y hace más de medio milenio, España fue la primera verdadera nación unida de Europa, gracias a los Reyes Católicos.

»Si alguno de esos tontos ilustrados se tomara la molestia de repasar la Historia –si es que busca algún libro de texto digno de tal nombre–, se enterará de que Cataluña ni siquiera fue reino nunca, sino un condado de la Corona de Aragón. Si en serio está interesado en conocer la verdad, le bastará ir a una hemeroteca para enterarse del precio de conveniencia con que los comerciantes del sector textil catalán compraban la lana de las ovejas del resto de España; y puede enterarse también, si quiere, del coeficiente de caja que todos los españoles pagamos para las autopistas de Cataluña por donde entraba el turismo.

»Estas cosas no se cuentan hoy en los periódicos y en las tertulias, porque no se saben o porque no se quieren saber, pero ocurrieron en la solidaria España de la posguerra y del franquismo.

»Por eso, y por muchas razones más, es tan indignante el chantaje que intenta la Generalidad de Mas, en un momento de crisis económica rampante y de debilidad, indignamente aprovechado como si se tratara de una Marcha verde marroquí; por eso, echarse al monte, como ahora pretenden algunos catalanes y algunos vascos, debería hacerles pagar las consecuencias y experimentar el frío que suele hacer en el monte.

»Es de esperar que, al menos, siga vigente en el ámbito jurídico internacional la convicción de que el derecho de autodeterminación no existe más que para las colonias.

»Y también -y esto vale para todos los rubalcabas y sus derivados y compuestos, en Cataluña, en Vascongadas o en donde sea– que, en un Estado federal, España no sería otra cosa que la suma de sus partes y dejaría de existir como tal nación.

»A lo mejor podrían entenderlo también los muñidores de todas esas manifestaciones en las que son apaleados los policías que cumplen su obligación y que, a diferencia de lo que ocurre en todas las demás naciones civilizadas de Europa, son retransmitidas en directo por las televisiones. Tampoco basta con eso tan socorrido, desde el Gobierno, de que “España no está para discusiones identitarias”. Como si alguna vez pudiera estarlo...

»A ver si vamos a llegar al alucinante comunicado de una llamada Unión Internacional de Ulemas Islámicos, que acaba de pedir al Papa que se disculpe con los musulmanes por su ya lejana conferencia de Ratisbona y, ya de paso, ¡por la Reconquista de España! Aquí la esquizofrenia puede llegar a límites insospechados.

»Ahora, eso sí, ustedes han visto, igual que yo, la foto del diputado de Amaiur, Sabino Cuadra, antisistema él donde los haya, pero enseñándole al policía su carnet de parlamentario con la bandera española bien a la vista, para que no le toque un pelo.»


Contingut íntegre d’un article publicat amb el pseudònim «Gonzalo de Berceo» al setmanari Alfa & Omega, 4 d’octubre del 2012.